Hoy vamos a hablar de cómo ver el medio vaso lleno de TU vida. Te voy a contar lo que me pasó personalmente. Espero que lo que me pasó a mi te sirva para mirar desde otra óptica una situación que a veces parece desesperante. Pero mirar el medio vaso lleno y no el medio vaso vacío te va a ayudar a ser más feliz. A vivir la vida sin tanta ansiedad ni estrés. Cada situación que te ocurre tiene su lado bueno y su lado malo. Saber valorar la parte buena te acerca a un estado de bienestar muy pero muy agradable.

El medio vaso lleno: ¿Qué pasó?

Este sábado tuve un accidente doméstico. Una botella se partió y se me cayó en la cara. La sangre escurría por todos lados. Ese líquido rojo no me impresionó mucho. Pero cuando me miré en el espejo: ¡Chan cha cha chan! Me faltaba media nariz y el labio superior todo cortado. En ese momento si me desesperé. ¡Parecía Michel Jackson sin nariz! Allí actuó la adrenalina del estrés agudo. Pensé de todo. Insultos, angustia, gritos de bronca etc etc. Sergio Denis era un poroto al lado mío, según mi perspectiva. Me faltaba un pedazo de unos 2 o 3 cm y bastante profundito. Es decir toda la punta. ¡Iba a quedar como Freddy Krueger!

El medio vaso lleno: La transición

Ya en la guardia de mi hospital, con la Dra y compañera de residencia en mis años mozos  Jimena Terré. Una excelente cirujana plástica estaba más tranquilo. Si el hueco estaba. ¿Qué le voy a hacer? Después de que Jimena evaluó la situación, suturó el labio y me dijo:  “Tenés que hacer curaciones 20 días para luego hacer un implante y quedo nuevo”. Estaba apareciendo de a poco el medio vaso lleno. Tampoco es que estaba saltando en una pata de felicidad pero iba mejorando.

El medio vaso lleno: A pleno

En los días siguientes seguí atendiendo a mis pacientes y realicé mis prácticas de meditación habituales, para bajar el estrés. Empecé a observar las cosas desde otro ángulo. Por ejemplo: ¿Y si los vidrios me caían en el ojo? Chau ojo. Y si me cortaba una arteria o un cartílago el implante es mucho más complicado. Me falta un cacho de carne, la nariz medio que no existe pero se arregla. ¡Un ojos seguramente lo perdés! Tomé las cosas con optimismo y ayer martes fui a curaciones. Jimena quedó sorprendida por la excelente evolución de mi nariz. O mejor dicho del ñoco que me quedó, estaba un poco menos ñoco.

El medio vaso lleno en Obesidad

Muchas veces mirás el vaso vacío si querés bajar de peso:

• Nunca puedo comer pizza, facturas, empanadas, pan, postres
• No me gusta mi cuerpo
• Siento culpa porque pequé y me comí hasta el muñequito de la torta.
• El nutricionista me retó ( como en Cuestión de Peso)
• Voy a volver a engordar.

Y otro montón de nubarrones que provocan estrés crónico con lo cual abandonás el tratamiento en poco tiempo.

Ahora bien. Y si mirás el medio vaso lleno.

• Tengo agua en las canillas
• Tengo techo
• Soy auto-válido y puedo caminar o moverme
• Tengo comida
• Poseo cierto confort en mi casa, ropa, estudios.
• Tengo afectos, amigos familia, hijos, nietos, pareja etc.

¡Si tenés todo eso formás parte del  5% de las personas más afortunadas del mundo!

Pero miramos siempre el medio vaso vacío y decimos: “Me tengo que comer esa ensalada con Atún pedorra en vez de irme al club de la milanesa y y entrarle hasta quedar pipón”

El medio vaso lleno: Conclusiones

Has logrado muchísimas cosas más difíciles que bajar de peso. Pensá y vas a encontrar miles. Mirá tu medio vaso lleno. Esta óptica va a ayudarte a estar menos estresado y lograrás tu objetivo de tener un cuerpo más amigo tuyo.

Si mirar el medio vaso lleno me sirvió a mí. Te va a servir a vos seguro.

Tarea para la semana. Vamos que podés

Nutrisaludos

Dr Esteban Marinho. Para puedo Adelgazar. “El medio vaso lleno”