Diario de un picoteador .Eran las 7 de la mañana , no oí el despertador  y  por supuesto se hizo tarde para ir al trabajo. Tome un café cortado con leche en la cocina y partí apurada hacia la oficina .¡ El tránsito como siempe un infierno!  Ya en el trabajo; un poco más tranquila;  con mis compañeras tomamos un café con 2 o 3 galletitas, esas saladas con semillas, que siempre tengo en  el cajón del escritorio.

A eso de las 10 hs otro cafecito con 1 medialuna, es la promoción del bar de la esquina.  No la voy a rechazar además no desayuné. ¿ Verdad ?  A las 12 hs tengo una reunión de directorio que se prolonga hasta las 14 hs. Durante  la reunión siempre compran “algunas” masitas para todos. Y por supuesto con las masitas llegan  nuevas exigencias laborales , lo cual obviamente me estresa.

Mi trabajo es muy estresante, no tengo tiempo ni para ocuparme de mi. ¡Oh Dios! Ya se hicieron las 15 hs y todavía hay muchísimo trabajo, así que  no voy a poder almorzar. Por suerte, mi compañera, me ofrece 2 o 3 galletitas más y una manzanita que siempre tengo en la cartera y con “eso” aguanto hasta la cena.

Uy , me olvidé del cumpleaños de Marcela una compañera. Por lo tanto alrededor  de las 16 hs es una regla entre nosotras,se festeja el cumpleaños con unos sandwichitos de miga ( mis preferidos ) y una tortita. Me regulo y como solo 2 ( a veces le saco una tapa) y una porción muy pequeña de torta. Todo un triunfo. Hubiera comido más.  Al fin las 17 hs, pasó mi día de trabajo y vuelvo a casa, claro que como no almorcé tengo “un vacío” en la panza.

Les preparo la merienda a los chicos, reviso sus tareas y mientras me como 1 o 2 galletitas dulces que les sobraron . Luego….. al fin tranquila. No paré en todo el día. Me relajo, tomo unos mates con 2 panes negros  con mermelada light y tengo que pensar que hacer para cenar…. A ver… no hay nada!!!  Ya sé… voy a recurrir al famoso “saldos y retazos”. Por suerte mi esposo come “de todo”… y yo me arreglo con “cualquier pavadita”.

Mi marido se demora un poco en llegar y en realidad tengo un poco de hambre. Así que mientras preparo la cena como un pedacito de queso y un par de aceitunas  para terminar” el frasco… mmm… quizás con unas tostaditas para acompañar.

Son las 21 hs y llega mi esposo, ahora si vamos a cenar en familia. Finalmente preparé unas pizzas ya que él come cualquier cosa y a los chicos les encanta. Ellos comieron un montón, como si vinieran de la guerra y yo apenas 2 porciones y el borde de una que dejó Jeremías el más chico de mis hijos.

Después que nuestros niños se van a dormir, conversamos tranquilos con mi esposo. Es un tierno, me prepara un té y además , me trajo bombones de chocolate ( que saben que me gustan). Compartimos la sobremesa. Al final él se come casi todos los bombones y yo solo dos…o tres, no recuerdo. El sabe que quiero adelgazar y me cuesta, así que me parece que se los trae para él ja ja.

Diario de un picoteador…

Al fin, termina mi día, un baño y a la cama. Mañana me peso bien temprano.
Seguramente bajé de peso, porque como ustedes vieron no comí casi nada. Si no bajé voy a ir al Doctor, ya que seguro tengo mal la tiroides como mi tía. Soy Marisa y ojalá les haya gustado mi historia

Muy buenas noches

PD: En el auto siempre me como unos caramelitos ácidos, que dicen que te sacan el hambre

“El personaje de esta historia es ficticio, cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia” Gracias a todos y esperamos sus comentarios

Dra Raquel Medina
Dr Esteban Marinho