Aceite de Coco, en la injusta mira. Durante décadas las grasas fueron las malas de la película. Capaces de dañar nuestro corazón y provocar enfermedades cardiovasculares. Se los enjuició como responsables de aumentar el colesterol. Los estudios más recientes sobre el consumo de grasa, enfermedades cardiovasculares y  mortalidad temprana, no han definido ninguna asociación clara entre el consumo de grasas saturadas y el riesgo de enfermedad cardíaca o muerte prematura. Sin embargo, olvidan responsabilizar a el azúcar, el sedentarismo y los ultraprocesados, como los verdaderos culpables de enfermedades cardiovasculares y obesidad.

Aceite de Coco: Composición

El aceite de coco contiene principalmente grasas saturadas. Al igual que otras grasas saturadas, puede aumentar el colesterol LDL o colesterol “malo”, que se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Pero aumenta notablemente y en mayor proporción el HDL o colesterol “protector”, especialmente cuando se reducen los carbohidratos en la dieta.

En su composición el aceite de coco contiene buena concentración de triglicéridos de cadena mediana (sobre todo ácido láurico). Estos ácidos grasos tienen la virtud de no ser almacenados en forma de grasa como el resto, sino que son oxidados y transformados directamente en energía en el hígado.

El aceite de coco además presenta un punto de humeo aceptable. Por lo que es una buena opción para utilizar crudo o a bajas temperaturas. Esto permite cocinar con una menor probabilidad de formación de grasas trans por el calentamiento.

Aceite de Coco: Beneficios

• Los triglicéridos de cadena mediana del aceite de coco, pueden aumentar la saciedad y reducir la ingesta de energía. (Coleman H, et al. 2016).
•  Pueden reducir la acumulación de grasa corporal, resistencia a la insulina, respuesta inflamatoria y de la vía pro-inflamatoria, durante una dieta alta en grasa y baja en carbohidratos. (Geng S, et al. 2016).
•  Pueden regular la síntesis de proteínas neuronales, estabilidad sináptica y comportamiento. Lo cual trae un efecto positivo en la prevención y reducción de los efectos de enfermedades neurodegenerativas (Wang & Mitchell, 2016).
• Mejoran la fuerza y función muscular en personas de la tercera edad al combinar su consumo con leucina y vitamina D (Abe S, et al. 2016).
•  Generan una modificación positiva de la microbiota intestinal lo cual puede mediar el catabolismo de lípidos, gasto energético y pérdida de peso en individuos obesos (Rial S, et al. 2016)

Aceite de Coco: Conclusiones

Es injusto condenarlo como ha sido durante bastante tiempo. Si bien, calóricamente es representativo, a partir de las evidencias mostradas, presenta beneficios a nivel cardiovascular y neurológicos. Así que pulgar para arriba para el aceite de coco!

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Dra Raquel Medina para Puedo Adelgazar: Aceite de Coco