¿Cómo mejorar la voluntad? Nadie nace voluntarioso. La voluntad se entrena.¿Cómo es eso?  De eso se trata crear un hábito nuevo. Realizar algo día a día, hasta que te salga más fácil. Es un ejercicio diario. Cuando la voluntad deje paso al hábito, dejará de ser un esfuerzo. La voluntad es algo efímero. Dura muy poco y se agota. Entonces si dependemos de ella podemos fallar. Pero si dependemos de lo aprendido, la fuerza del hábito marcará la diferencia.Cuando alguien resiste, por ejemplo, una serie de tentaciones o imprevistos en su alimentación, es la disciplina o el hábito quien ejerce la fuerza.

Piensa si nos exponemos frecuentemente a tentaciones ¿Quién es suficientemente fuerte para no enfrentarse o resistirse a ella? Es inherente a nosotros luchar contra la fuerza de voluntad. Sería raro no hacerlo, no? Por eso, desarrollar estrategias para no exponer la voluntad es clave. Evitemos situaciones que necesiten mucha fuerza de voluntad. Fundamentalmente si tratamos de bajar de peso.

Situaciones que atentan contra la voluntad…

Estas situaciones son frecuentes en la vida cotidiana. Sólo que en nuestro intento de bajar de peso, pasan a ser “riesgosas” o atentar contra la voluntad. Ejemplos son las reuniones o eventos sociales. Algunos eventos son impostergables y decides asistir con una voluntad de hierro. Nadie pretende que en una reunión o festejo, te sientes en un rincón a observar cómo el resto come ni sacar un tupper con apio. Quizás si puedes, seleccionar lo más saludable o moderar la porción que comes.  Muchas veces sucede que nos cuesta comer moderadamente en una reunión social. O nos devoramos todo o no comemos nada y sufrimos toda la reunión. Entonces lo mejor será lo que puedas hacer. Y luego continúas con tu plan saludable.

Otra situación donde necesitamos mucha voluntad, es en un ambiente poco o no saludable. Sucede que tenemos toda la motivación para adelgazar, pero nuestro entorno parece un gran banquete, sin perjuicio de atentar contra tu voluntad. Pero sí atenta… Una estrategia efectiva es planificar y organizar un plan saludable, que incluya alimentos placenteros y que tu decidas comerlos, porque eliges comerlos, en el momento que tu deseas.Y no porque está ahí, a tu alcance. De ese modo, no sentirás tanta restricción y tu plan será sustentable en el tiempo.

Las personas exitosas, por ejemplo, los grandes deportistas, logran su éxito no por voluntad, sino por disciplina. Podrán tener el mejor talento, pero el entrenamiento es el que desencadena el éxito. Formar un hábito es la suma de esfuerzos todos los días.Pero al final, la recompensa es enorme.

Fuerza y nos seguimos leyendo.

Dr Esteban marinho