¿Que elegimos comer? Las preferencias alimentarias  son adquiridas desde la mesa familiar. El medio ambiente moldea la genética. Sí, son las preferencias alimentarias, la conducta y los hábitos los que determinan quienes somos. Sabemos que no comemos sólo por hambre, sino por placer, recompensa, emociones y para sociabilizarnos.

Ahora bien, cuánto, cúando y qué comemos, son parte de la educación alimentaria que se inicia en las primeras etapas de la infancia.

El placer por la comida es tal que comemos más allá de satisfacer el ingreso de energía. Si sólo buscáramos eso, comerías sin placer. Sólo para sentirnos satisfechos. Sin embargo, cuánto comemos, cómo regulamos las porciones y cuando parar de comer, también está fuertemente ligado a la mesa familiar. Las preferencias alimentarias adquiridas en la infancia, son las más fuertes ligadas al acto de comer. “Comer hasta terminar el plato” es una de las conductas alimentarias más repetidas en la mesa familiar, sobretodo, en aquellas donde se presenta “inseguridad alimentaria”.

Cuanto mayor es el tamaño del plato, envase o paquete del cual estamos comiendo, las probabilidades de comer en exceso aumentan. La oferta de alimentos y su tamaño determinan la ingesta. Otro ejemplo de cómo las preferencias alimentarias “nacen” del núcleo familiar, es el efecto postre. Las ganas de comer algo dulce después de comer la comida principal o nutritiva. Ya lo dice el aforismo “A nadie le amarga un dulce” o la clásica frase “si no comes la comida, no hay postre”

Cuando Decimos “Basta”. Los niños menores de 3 años, comen independientemente del tamaño de la porción y dejan de comer cuando perciben la saciedad. En tanto, los mayores de 5 años comen más cantidad cuando las porciones son más abundantes. Por esta razón, es importante entender que los niños perciben su saciedad, y está en nuestras manos respetar ese momento. Los padres definen cuando y qué comen, los niños cuánto.

 Así elegimos comer para mejorar

• Comer a lo francés ayudaría a reducir las porciones. ¿Cómo?  Implica disfrutar desde el primer bocado, comer despacio y elegir alimentos ricos, pero todo en pequeñas porciones
• Elegir envases pequeños o unidades
• Elegir Platos de postre o más pequeños
• No llevar fuentes en la mesa
• Si hay sobremesa, retirar los platos
• Comer despacio
• Servir la comida en el plato, no comer del envase
• Comer sin distracciones ( tv, teléfono, pantalla) y no realizar otra actividad conjunta
• Comer sentado

¡Nos leemos pronto!

Nutrisaludos

Dra Raquel Medina