¿Tengo adicción a los dulces? Me preguntó Natalia angustiada. Hace tiempo que debo tener adicción a los dulces se contestaba a sí misma.¿ Que piensan ustedes, existe realmente esta famosa adicción a los dulces?
“Al terminar de comer siempre necesito algo dulce, el cuerpo me lo pide”.
¡Cuándo como en restaurants pido postre pero siempre lo comparto con mi hija o mi marido, así que es una porción chiquita! ¿Saben porque Natalia, tiene adicción a los dulces, y “necesita” algo dulce después de comer? Porque logró o creó a lo largo del tiempo una necesidad, es decir, lo hizo hábito.
Adicción a los dulces: Premio a la tarea cumplida
Esta adicción a los dulces le sucede a muchas personas y uno de los motivos es el siguiente. Desde niños nuestras abuelas o madres nos decían, “si no comés toda la comida, no hay postre” .Como si el postre fuera un premio por comer la comida. El postre es asociado a la satisfacción de la tarea o el deber cumplido y luego al premio por lograrlo. Un poco extraño¿ No? Quizás nuestras madres, por ver esa carita sonriente, nos dio un postrecito, o una banana pisada con miel, o un trozo de torta.
Adicción a los dulces: “Efecto postre”
En la adicción a los dulces existe un efecto llamado efecto postre. Este efecto postre tiene dos componentes.
El primero de estos componentes es innato. Nacemos con preferencia innata por lo dulce. Es el único gusto que es innato, debido a que la leche materna es dulce. Paralelamente nacemos con aversión a lo amargo ya que en su mayoría los venenos son amargos. Muy pocos niños comen verduras amargas como el brócoli. Pero no todo está escrito en los genes
La segunda causa no es innata, es cultural. Si fuese todo genética, todos los seres humanos comeríamos igual. ¡Imagínense lo aburrido que sería! Tendríamos todos los mismos gustos y preferencias, y ahí es donde interviene, la cultura , como les contaba en el caso de Natalia. Muchas veces mis pacientes me cuentan que comen un postre o fruta después de la comida.¿ Probaste comerla antes de la comida? ¡Seguro que no! Esto confirma el aporte cultural al efecto postre.
Adicción a los dulces: Evidencias científicas
En relación a la adicción a los dulces, se han realizado estudios científicos de las preferencias alimentarias en seres humanos. Estos estudios muestran que la preferencia alimentaria es más intensa por el sabor que está más estrechamente asociado con el que le repone más energía, en nuestro caso, el dulce o postre. Esto sugiere que nuestro hábito de comer postre al final de la comida incrementará la preferencia más aún por el postre que por los alimentos precedentes. Recompensar con un postre a un niño por comer espinaca, no incrementará la preferencia por la espinaca. Sin embargo en su lugar incrementará la preferencia por el postre.
Adicción a los dulces: ¿Qué hago?
Ahora, ¿Está bien “necesitar” algo dulce siempre después de una comida principal? Y la verdad es que no esta ni bien ni mal, sólo que “educamos “a nuestro cerebro a que no finalizamos nuestra ingesta sino recibe “algo dulce”. Esta educación cerebral es lo que se llama adicción a los dulces.
Claro que como toda conducta exitosa se refuerza, en nuestro intento de adelgazar, pensar en la idea de no comer algo dulce, genera un stress anticipado.
Entonces les proponemos que para no reforzar su adicción a los dulces, intentemos comer algo dulce, pero fuera de las comidas principales, o al menos alejado de ellas.de esta manera, estaríamos comiendo algo placentero por elección y no porque es el momento del postre. ¿Lo intentamos?. Si lo intentas, de esta manera estarás empezando a romper con tu adicción a los dulces
Nutrisaludos!
Dra Raquel Medina
4 Comments
Ivonne Zazueta
septiembre 26, 2012Como siempre sus articulos son muy instructivos, pero mis hijos apenas tienen 2 y 4 años, nunca los he recompensado por comer. Sin embargo, mi niña de 2 años siempre a tenido gusto por lo dulce, caso contrario al niño de 4 años quien le saca la vuelta a todo lo dulce.
Que explicación me das a sus gustos?
Saludos
Ivonne Zazueta
Puedo Adelgazar
octubre 17, 2012Hola Ivonne, la preferencia por lo dulce es innato ( como la leche materna) Luego el ambiente social, los recuerdos y nuestro cerebro van marcando diferencias individuales que es la que hay entre tus pequeños. te felicito por no recompensarlos con comida. De esa manera cuando adultos por ejemplo, cuando lleguen de su trabajo estresante no se recompensarán con comida y así evitarán males mayores. Un saludo
Juan Sebastián
septiembre 25, 2012Muy bueno como siempre. Una conducta que la gran mayoría cargamos culturalmente. No hay nada más común que el “postrecito” terminando de comer.
Pues bien, ahora a comer postres, pero entre comidas 😉 (broma)
Un abrazote!
Puedo Adelgazar
octubre 17, 2012Vos la venís peleando hace tiempo. Ya has demostrado mucha fuerza. Además tu compañera te ayuda por lo visto en las fotos…Un abrazo
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