No bajo de peso…He escuchado una infinidad de veces en el consultorio y también en reuniones  entre amigos :  “Esteban entré en una meseta, bajé unos kilos y “no puedo bajar más”  También es muy frecuente esta otra: “Me cuido, no como pan ni postres y no bajo nada de peso”. Son dos frases  muy pero muy comunes de escuchar. Casi  te diría generalizadas entre las personas, sobre todo mujeres dietantes de ley.

¿Vos qué creés? ¿ Estas frases tienen mucho o poco de verdad?  ¿ Es o no posible? Pues, bien en este corto artículo vamos a desmitificar el famoso mito.

Queremos que olvides esas dos frases. Que las olvides para siempre. ¿Sabés porqué queremos que las olvides? ¡Porque no son reales! Es un mito. Queremos entonces que prestes atención a  lo siguiente:

Te proponemos que en lugar de las dos frases anteriores:  “Entré en una meseta” o “No bajo nada de peso” las cambies por estas otras dos:

“Ningún pero ningún organismo  ( sin excepción) NO baja de peso” ( esa es la buena noticia )

“Ningún organismo baja de peso (también sin excepción)…si  NO produce cambios en su alimentación” (ese es el trabajo que nos toca realizar a vos y a nosotros como médicos obesistas )

Estas si son verdades. Nosotros creemos en ellas porque la hemos vivido y queremos que realmente vos también creas en ellas. Es muy importante que lo creas. Porque si realmente no crees en ellas, te será muy difícil llegar a tu objetivo.

Es entonces de gran importancia que tengas la seguridad de que “tu cuerpo tiene la capacidad de bajar de peso muchísimos kilogramos”. No existe nada metabólico que pueda detenerte ( salvo problemas hormonales) Esto te lo aseguro.

Ahora también ten por seguro, que deberás realizar cambios en tu alimentación para que tu cuerpo cambie.

Si vos cambiás tu cuerpo cambia…entre otras cosas:  ¡De peso!  Es así de fácil o así de difícil.

Es necesario el cambio. Absolutamente necesario. Si no cambias, seguro que tu cuerpo no puede cambiar. Pretender bajar de peso sin cambiar  tu forma de alimentarte es una situación irreal, es una ilusión. Sin un cambio en tus conductas alimentarias, tu cuerpo no cambiará y entonces tu cuerpo tampoco.

No bajo de peso…

Por eso la frase anterior, así de fácil…o así de difícil. Y yo te aseguro que no es tan difícil. Y te digo más:

Tu cuerpo es tan pero tan bueno con vos que probablemente te suceda esto si cambias:

 Los años que te llevó llegar a este peso actual no será ni de cerca el tiempo que demorarás en ponerte en forma. Dicho de otra manera. Si has engordado 15 kg en 2 años por ejemplo, demorarás mucho menos tiempo en bajar esos 15 kg de peso ,que el tiempo que te llevó engordarlos. Poné tu mano en tu corazón y pregúntate: ¿No es tu cuerpo  mejor amigo con vos que vos con él? Pero vuelvo a lo mismo…hay que cambiar.

En lo que probablemente deberíamos ponernos de acuerdo, es cuan grande es el cambio que debes realizar. Y sabes que: La magnitud del cambio que debes realizar realmente no lo sé. Te repito no soy mago. No lo sé porque es personal . “La magnitud del cambio es personal”

Después de esta charla intima quiero que reflexiones sobre esto último :

“Puede no ser tan fácil cambiar tu forma de alimentarte, pero es infinitamente más fácil que bajar de peso sin cambiar tu forma de alimentarte”

La pregunta es: ¿Estás realmente decidido a cambiar?

Si estás decidido a cambiar tengo la seguridad que pronto lograrás tus objetivos.

Te dejo con esta frase:  “Confiar en la posibilidad del cambio es lograrlo”

Dr Esteban Marinho