Los gritos del silencio… ¿Escuchas a tu cuerpo?  De hecho él nos habla y nosotros no lo oímos. Y lo más triste es que habla mucho sin obtener respuesta alguna. No sólo nos habla, a veces nos advierte.Otras veces nos grita y nosotros nada. Cada parte de tu cuerpo, avisa que el asunto no anda tan bien. Así como tu auto hace un ruidito extraño y  te llama la atención. O cuando tu hijo tiene fiebre y corres al pediatra. Bueno así, el cuerpo te avisa.

El primer aviso o el lenguaje en que el cuerpo se expresa es en el peso.Vas a la balanza y acusa sobrepeso ( el cuerpo te está hablando ). Pero claro…… el sobrepeso “no duele” y además requiere de tu trabajo para remediarlo. Entonces des-oímos a nuestro cuerpo. Kilos más kilos menos, viene ya la advertencia del cuerpo un poco más enérgica. Tomemos como ejemplo una situación muy común.

Los gritos del silencio…

Vas a tu chequeo médico y estás 10 kg arriba. Tu médico te dice que estás un poco hipertenso. “Bueno nada que no se solucione con esta pastillita que me dio el doctor”. Entonces sigues alimentándote mal, ignorando que el cuerpo ya está advirtiendo: “Soy tu corazón estoy haciendo demasiada fuerza para latir” ( la hipertensión significa que el corazón está haciendo más fuerza que lo normal )” Debes bajar de peso”.No oyes la advertencia.

Tu corazón late todo el día y toda la noche. Al hacer más fuerza, por una serie de mecanismos que son  difíciles de explicar, en unos años el cuerpo te grita. Y te grita con esta palabra : Infarto.  Algunos, si tienen suerte y toman conciencia al grito del cuerpo cambian de conducta. Otros continúan sus hábitos alimentarios hacia otro infarto o al accidente cerebro vascular.

 Existen otros caminos para des-oir  en cuanto el cuerpo te avisa. Por ejemplo los  análisis. Tienes alto el colesterol  o los triglicéridos.  Allí tu cuerpo está hablando, pero sigues comiendo grasas y no haces actividad física. El resultado es el mismo infarto… También puede avisarte por medio de la glucosa y decirte, compañero eres diabético. En fin existen muchas historias de cómo tu cuerpo te habla. Puede también hablarte con dolores articulares, apnea del sueño e hígado graso

En esta historia que te estoy contando: Cualquier similitud con la realidad no es mera coincidencia. ¡Es la realidad!  Es la progresión de tu cuerpo si lo maltratas. Pero tenemos suerte, el cuerpo nos habla. Es noble. Nos habla generalmente durante años antes de gritarnos. Oigámoslo. No dejemos que llegue al grito. Que no levante fuertemente su voz. Si hacemos caso a sus advertencias, de seguro tendremos una mayor longevidad con mejor calidad de vida.  De nosotros depende gran parte de nuestro destino. Un consejo sano: Amigate con tu cuerpo

Dr. Esteban Marinho