Apnea del sueño… Llegó con unas ojeras enormes, todos la miramos. Marcela, mi amiga y compañera de trabajo parecía no estar bien. Se encontraba un poco demacrada y distraída en el trabajo. La observé durante toda la mañana, más aún, yo que soy un poco más que su compañera de trabajo, lo vengo notando hace tiempo.

-Marcela, parecés cansada, te veo distraída, te olvidás de las cosas, estás llegando tarde al trabajo… ¿Te sucede algo? ¿Estás con algún problema en el cual te pueda ayudar? Le dije en cuanto pude.

-Mirá Marisa, la verdad es que no me podés ayudar…es un problema doméstico. No estoy durmiendo bien. Me despierto varias veces en la noche y no descanso lo necesario. Por lo cual inicio el día ya agotada. Y por supuesto este agotamiento repercute en todo, estoy de mal humor, continuamente irritable. Este estado afecta mi trabajo, mi relación con los chicos, amigos, con mi marido.

-¡Que raro! Siempre fuiste una persona de buen dormir. Algún problema debés tener que interrumpe tus sueños. ¿Estás intranquila por algo? ¿Algún problema de salud con tus padres?¿Con los chicos en el colegio? Con tu marido: ¿Cómo anda la relación? En lo que te pueda ayudar confía en mí, le manifesté.

-La verdad Marisa es que te agradezco de corazón tu interés. Pero creo yo que es mucho más simple de lo que te supones lo que me tiene mal o mejor dicho lo que no me deja dormir. De todas maneras te lo contaré porque te considero mi amiga y no creo que te rías por la situación.

Nos servimos dos cafecitos de la máquina expendedora y nos fuimos; cafecito en mano; a un rincón de la oficina.
-Te escucho Marcela, tomé un sorbo de café- ¡Soy toda oídos!

Tímidamente y con un dejo de vergüenza me dijo:

–¡Mi marido ronca y eso es lo que no me deja dormir hace tiempo!

Apnea del sueño

Confieso que casi lanzo una carcajada. ¡ No dormir por un ronquido! Semejante banalidad, pensé para mis adentros. Ja ja que se ponga tapones en los oídos. Por supuesto que contuve mi risa en honor a mi amiga. Y en silencio dejé que continuara con su relato.

-Ronca mucho mi gordo, apenas apoya la cabeza en la almohada comienza con su concierto y utiliza todas las notas del pentagrama. Y con un volumen que tengo miedo que se despierten los vecinos. Y sabés: ¿ Qué es lo más molesto? Es que hace pausas durante varios segundos. Parece que no respira, para unos segundos de respirar y arranca con un ronquido más fuerte que los anteriores. A veces me asusto cuando para de respirar y lo muevo un poco. Entonces empieza de nuevo con el concierto. ¡Además el tampoco descansa bien ya que también se despierta por las noches por sus propios ronquidos!

Muy bien, esa es la historia de hoy, quisiéramos saber si ustedes consideran como Marisa “es una banalidad” o tienen una opinión diferente. A algún familiar suyo: ¿Le sucede lo mismo? Se preocuparían como Marcela o usarían tapones.
En dos días tendrán la respuesta, mientras tanto esperamos sus opiniones

Muchas gracias, aquí el link de la respuesta

Dra Raquel Medina
Dr Esteban Marinho